miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cosas que Importan..


Mañana vuelvo a casa por navidad. Así que ayer pasé a despedirme de los amigos. Tuvimos la suerte de que, en el garito donde nos íbamos a juntar, había un dj, todo para nosotros, que nos puso una selección de música funky que, por supuesto, las chicas aprovechamos para bailar un poco, eso sí, al aire libre, al aire libre de una noche de diciembre…
Hablaba con la chica que bailaba conmigo. A ella le encanta bailar, cierra los ojos y se deja llevar por la música, la siente, deja que pase a través de ella y le muevan los pies, sin vergüenza ni complejos, completamente libre.
Cuando hablaba con esta chica, le contaba como había tomado la decisión de venir a San José, a que queríamos dedicarnos y el miedo que daba todo eso. Ella me dijo algo que no olvidaré nunca y que quiero compartir con vosotros, porque debe ser de las cosas más sabias que me han dicho en mi vida. Me dijo que las cosas podían salir bien o mal, nadie tiene la receta del éxito, pero que aprovechara este tiempo, ahora que todavía soy joven, para conocerme a mí misma, porque mucha gente no se conoce. Me dijo: “Cuando vives en una ciudad, tienes trabajo y un montón de cosas que hacer, no tienes tiempo de pensar, ni de mirarte al espejo. Eres lo que tienes que ser, lo que alguien espera que seas, pero no sabes si eres lo que tú quieres ser. Te aferras a tus cosas materiales, a tu ropa, zapatos, joyas, lo que sea, para ser lo que tienes que ser y da miedo mirar al fantasma que hay en el espejo y darte cuenta de que no eres tú. Si eso lo ves siendo joven, puedes rectificar, hacer lo que quieres y lo que realmente tienes que hacer en tu vida para sentirte tu misma, satisfecha de lo que haces. Pero si te planteas todo eso cuando ya tienes 50 años, ya es demasiado tarde, y verás que has hecho un montón de cosas en tu vida que no te han gustado y no te han llevado a ser más feliz, y será muy difícil hacer algo para cambiarlo.”
A veces, la vida es sorprendente, sales a tomar unas cañas y felicitarles las fiestas a unos amigos, y te dan una de las lecciones más importantes que vas a aprender en la vida..
Ilustración: Vida Autora: Catalina Estrada

PD: Os dejo una nueva dirección para que visitéis un blog de pintura que os va a encantar.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Buscando Oro..

Nuestra incansable búsqueda de aventuras y de nuevos lugares para llegar a conocer mejor nuestro Cabo de Gata, hoy hemos llegado a la Mina María Josefa, una antigua mina de oro cerca de Rodalquilar que dejó de explotarse hace ya muchos años por falta de rentabilidad.
Hemos dejado el coche a algunos kilómetros, para aprovechar y hacer algo de senderismo, hay que mover las piernas para mover el corazón, y disfrutar del desértico paisaje de la zona, lleno de chumberas e hinojo. Olía fenomenal todo el camino, que además era bastante cómodo, ya que, tiempo atrás, había sido el camino por donde transportaban los camiones desde la mina que, aparentemente, ha sido una de las que más oro a dado de toda España.
Aquel aire perfumado aún ha mejorado más cuando nos hemos acercado a la mina. Sobre el sendero que se acerca la hierba había vuelto a crecer. Una cadena metálica nos avisaba del peligro, ya que los pozos no están cerrados, apenas rodeados por una pequeña alambrada decrepita y fácil de traspasar, aplastada y retorcida por los que ya han intentado acceder por tan peligrosa zona. Uno de los pozos sí tiene acceso, más bien complicado, pero posible. Para mí, no era tan posible, así que he esperado fuera, pacientemente, esperando no tener que llamar a las fuerzas del estado para tener que rescatar a nadie. Podéis estar tranquilos, aparentemente no era para tanto y todos hemos salido ilesos, yo también me incluyo porque no me ha dado un infarto ni nada ...
Hemos seguido subiendo el monte, dejando la parte principal de la mina atrás, allí hemos encontrado dos escombreras, una al pie del camino y otra subiendo el cerro, y, lo más sorprendente, un vehículo aparcado. Sorprendidos, sobre todo por la escarpada y escondida zona en la que estaba aparcado, hemos supuesto que se trataba de cazadores, ya que habíamos visto que hay un coto privado de caza por la zona, nos hemos olvidado del tema. La subida al cerro era bastante difícil pero a mi me preocupaba más la bajada, era todo piedra suelta y una zona francamente escarpada, así que he decido quedarme abajo, cerca del coche de los supuestos cazadores, con una piedra en cada mano, por si me atacaba algún bicho, una oveja o algo, yo que sé... y he dejado al "sherpa extremo" que subiera tranquilamente y que bajara, menos tranquilamente.
Estando aún arriba, veo a dos hombres que se asoman por detrás del cerro, pero sin armas, cosa que me tranquiliza, porque con mis dos piedras no llego hasta allí. No había llegado abajo aún, cuando han empezado a bajar.
Viendo que no eran cazadores, hemos imaginado que iban a lo mismo que nosotros, a ver minerales, así que nos hemos esperado abajo para hablar con ellos.
Ha sido increíble!!. Hemos conocido a una de las personas que deben saber más de minerales de España, sino del mundo. Nos ha dado una autentica clase magistral sobre los minerales de la zona, donde se pueden encontrar piezas buenas, eso sí, de microcristales, que es lo único que hay. Armados con sus cascos con lámpara, para poder acceder de manera segura a algunos pozos, y una lupa para poder ver los microminerales.
Eso sí, todo esto nos lo ha contado una vez nos ha dicho que les hemos dado un susto de muerte, porque está prohibido coger nada del parque natural y pensaban que eramos policías o guardias civiles preparados para multarles. Además, como a la que habían visto cerca del coche era a mí, habían pensado que como era pequeñito, seguro que tenia "mala leche". De hecho, hemos hecho huir a los otros dos compañeros, que han llegado andando hasta la entrada del pueblo, intentando que no les asociaran con las personas del coche.
Ha sido muy divertido, nunca me habían confundido con un policía bajito, pero sobre todo ha sido increíble ver el conocimiento y el respeto que sentía este hombre por los minerales y por la zona. Hemos sido emplazados a visitar su pequeño "museo" mineral, al que estaremos muy honrados de ir. Además nos ha regalado dos de los minerales que ha encontrado hoy: una farmacoalumita y una escorodita. Es genial ir a explorar una mina abandonada en un desierto y encontrarnos a las personas más simpáticas e interesantes que hemos conocido desde que estamos en San José..
Foto de la Mina María Josefa. Autor desconocido.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Let it snow..


Irremisiblemente, se acerca la navidad, es más, está tan cerca que ya ha empezado a nevar en “Primer día…” ¿Veis los copos caer? Ya no hay forma de parar esto!!
Pronto volveremos a casa por navidad, como el turrón. Volveremos a ver a la familia y los amigos. A comer y beber de más. Y a que nos embargue ese espíritu navideño, que te hace ir por la calle felicitando las fiestas a todo aquel conocido que te encuentras por la calle, como si no pudiera haber ningún pensamiento triste, ningún problema ni ninguna ausencia que pudiera, o debiera, preocuparnos en navidad.
Pienso que este pensamiento positivo en estas fiestas es algo que debiéramos tener todo el año. Eso sí, me refiero solo al pensamiento positivo, no al derroche habitual de la época ni, desde luego, a olvidarnos de todos los problemas del mundo. Ese pensamiento, ese sentimiento positivo, esa disponibilidad mental a estar contento, es posible que nos pudiera ayudar a ver más allá, a salvar ese  muro en el que parece que estamos esperando a estrellarnos porque no vemos el modo de esquivarlo o de derribarlo. Pero seguro que existe el modo, existe…
 Para mi proyecto personal, supone un parón brutal, justo cuando empezaba a moverse. Ahora todo es para después de las fiestas. Todo el mundo trata de terminar sus tareas para este año y no tomar nuevas decisiones hasta que acabe la navidad. Tal vez nos venga bien pararnos un poco y sentarnos a pensar, a andar sin correr, a preparar la estrategia para el año que viene y ver, claramente, a donde vamos y como lo vamos a conseguir. Yo, además, tengo mi curso aún a medias, así que también me viene bien centrarme solo en una cosa, focalizar las fuerzas en un solo punto.
El caso es que pronto estaré de nuevo en casa. Tengo muchas ganas de ver a mi gente, volver a verles, a hablar con ellos mirándoles a las caras y tocarlos de nuevo. Les he echado mucho de menos. Mientras tanto: Let it snow, let it snow, let it snow..



miércoles, 14 de diciembre de 2011

Soledad Cibernética..


Por naturaleza soy una persona a la que le gusta mucho su libertad, su independencia y que va un poco a “su bola”, lo que me convierte en una persona un poco solitaria y nada cumplida. Si no me apetece ver o hablar con alguien, no lo hago, y espero que no lo hagan conmigo… A pesar de esto, mis amig@s me quieren y me soportan, me entienden y me respetan. Ya saben como soy, así que no les extrañan mis cosas, creo que incluso las aprecian, aunque algunos me abroncan de vez en cuando. Es por esto, que no me ha costado mudarme a un pueblo de 400 habitantes (durante el invierno, al menos) y pasar gran parte del tiempo sin hablar con nadie.
Pero hay algo que me resulta extraño hasta a mí. Cada vez la gente está más sola, y no creo que sea exactamente por elección.
España es un país en que la gente en general es amable y sociable, es posible que tenga algo que ver con el clima o las horas de sol, o que en gran parte de ella “vivimos en la calle” De toda la vida los vecinos se han saludado, no los del mismo bloque, sino también los de la misma calle. La gente se conocía en los barrios y cuidaban (y chismorreaban, también, no nos vamos a engañar) los unos de los otros, había contacto humano. Esto ahora no pasa. Ya no conocemos a los vecinos, ni siquiera sabemos como se llaman, como mucho mantenemos una conversación incomoda sobre el tiempo dentro del ascensor si coincidimos con ellos, así que ni hablar del barrio o la calle. Sin embargo, pasamos horas hablando por teléfono con gente a la que casi nunca vemos, conocemos gustos musicales o qué están haciendo personas que están a cientos de kilómetros y con las que, tal vez, hemos coincidido alguna vez en algún lugar del que ya no nos acordamos, pero que es nuestro amigo en alguna red social. No estamos incomunicados, no es que no hablamos con la gente, es que lo hacemos de otra manera, y cuando no queda más remedio que hablar con tus amigos y familia de esta forma, está bien, la tecnología nos ha acercado lo que antes estaba lejos, pero es una pena que no conozcamos a nuestro vecino, ni tengamos el más mínimo interés en ello, ni crucemos más que un forzado “buenos días” con él y, sin embargo, si tengamos tiempo para molestarnos en que ha dicho “fulanito de copas”, que es amigo del amigo de una amiga,  ayer sobre el partido de futbol, que ni siquiera te gusta.
¿Es sana esta forma de relacionarte? ¿Realmente se crean amistades de verdad de esta forma? Creo que perder el contacto entre nosotros va en contra de nuestra propia naturaleza, somos animales gregarios, alejarnos de nuestros propios sentimientos hacia los demás nos dejará vacios..
Imagen de Mundohispano.com

PD. He adjuntado un nuevo blog a la lista; Mis Detalles Artesanales. Son de una amiga que hace todas estas cosas a mano y son geniales. Ya tiene una cliente para estas navidades!!

viernes, 9 de diciembre de 2011

La Despedida..


Recuerdo como si fuera ayer el día que se marchó. De esto hace ya casi 10 años. Marchaba ilusionado y triste, contento por la oportunidad que se le presentaba, por su futuro brillante en una nueva empresa, en un nuevo país, con su flamante coche nuevo, que al ser italiano no estaba preparado para las frías temperaturas a las que se iba a tener que enfrentar. Y triste por tener que abandonar a la mujer a la que amaba. Allí iba el valiente aventurero en pos de su nuevo lugar en el mundo!
Al darse el último abrazo, él parecía muy triste, ella lloraba. La consoló recordándole que su separación sería temporal, no más de un mes, y después estarían juntos siempre. Él la esperaba loco de amor en su nuevo hogar helado.
Pero ella sabía la verdad. Cuando él estuviera en un nuevo trabajo, en un nuevo país, conociendo gente nueva, viviendo una experiencia nueva, ella no sería más que un recuerdo, un lastre del que no iba a saber cómo librarse y lo haría de la peor forma; dejando de llamarla, de escribirle, ignorando sus correos y mensajes, a no ser que ella misma se proporcionara un final más digno. Nunca vi una mujer más fuerte, supe que lo haría aunque el dolor le arrancara el alma.
En aquel momento, intentó no pensar en eso, quiso creer que había esperanza, pero sus lágrimas la delataban, sabía que era la última vez que lo vería en su vida y eso le destrozaba el corazón.
Finalmente él partió con un beso latiéndole aún en los labios, negándose a creer que iba a ser la última vez que la tuviera entre sus brazos. “Nos veremos en un mes” se decía a sí mismo. Pero eso nunca ocurrió…
"Despedida" Pintor: Alvaro Reja.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Atardecer en San José..

Ante estas imágenes no tengo mucho que decir. Es el atardecer de hoy desde el mirador de Josefina Huertas en San José. El último rayo de sol del día..
Foto: MCruz 

Foto: MCruz 

Foto: MCruz 

viernes, 2 de diciembre de 2011

La Muerte del Loro ..

     Mis primeros compañeros de piso en Sevilla tenían un loro, bueno, una lora, lo que pasa es que se enteraron después de 30 años de que era hembra y para entonces ya llevaban 30 años llamándola “Curro”.
    Curro era un pobre animalito que había sufrido una embolia, o algo similar, meses antes. Tenía siempre la cabeza inclinada a la derecha, no sé si por el ataque o esto ya venía de antes, una pupila fija y dilatada (sí, como en las películas de crímenes) y el ala derecha medio colgando. Me temo que la pobre sufría mucho, de hecho, luego me enteré de que, cuando tuvo el ataque, el propio veterinario les pidió que le hicieran la eutanasia, pero mi casera no quiso, adoraba a Curro, llevaba en su familia más tiempo que ella y le daba mucha pena deshacerse de Currito así. 
Cuando digo que llevaba más tiempo que ella en la familia, es que el loro llevaba 35 años (eso equivale a unos 100 años en una persona) en su casa. Vamos,  que cuando ella nació el loro ya estaba allí.
    El novio de mi casera era un espécimen extraño que se podía pasar más de una hora hablándote aunque no le miraras, subieras el volumen de la tele o te fueras del salón para evitarle. Te preguntaba por los polímeros metálicos y las tecnologías extraterrestres te interesara o no el tema (en este caso era que no). Entre los amigos los llamábamos “er manué” porque nos resultaba más gracioso.
    Puestos en antecedentes, mi historia comienza un lunes de agosto, como siempre había salido de Jaén esa misma mañana a las 5:00 horas, y después de 2 horas y media conduciendo, llegué a Sevilla directamente a trabajar. Cuando por la tarde, sobre las 18:00 horas aproximadamente, llegué a casa, allí estaba er manué, desparramado en el sofá, como siempre, mirando la tele, como siempre, con la misma ropa de siempre y con cara compungida, también como siempre.
    Me preparé un té, quería ver un rato la tele, que es lo que me gusta hacer cuando llego del trabajo, para después encerrarme en mi habitación. Después de un día tan largo no tenía ganas de ir al gimnasio. Así que me fui con mi té al salón y me senté en el sofá en el que no estaba tirado "er manué", me quedé mirando la tele, mientras él me soltaba otra de sus interminables disertaciones sobre “Díos sabe qué” y yo me esforzaba en que el sonido de su voz me pasara de largo sin tocarme.
Todo siguió así hasta que, cuando ya había acabado mi té y me disponía a huir despavorida a mi habitación, er manué me preguntó: “¿No ves muy mal a Currito? Creo que lleva un tiempo en el que está mucho peor que antes”. Yo me pregunté como el pobre animalito podía estar peor, mientras respirara estaba igual que la primera vez que lo vi, pero le contesté: “ Pues la verdad es que no lo veo peor, creo que incluso a mejorado un poco tiene las plumas más brillantes y habla más que cuando llegué a esta casa (¡bendito día!), ¡Si está mejor que yo!” Él insistió un poco en el tema, pero yo ya estaba saliendo por la puerta y ahí quedó todo, o eso creí.
Me encerré en mi habitación, como siempre, y me puse a hablar por teléfono. Oí un par de golpes muy fuertes que parecían venir del salón. Me sobresalté pero no me preocupé mucho, se habría caído algo. Después oí dos portazos, uno parecía venir del mismo salón y el otro de la puerta de la calle. Reconozco que sentí curiosidad por lo que podría estar pasando, pero no quería arriesgarme a encontrarme con el cansino de er manué otra vez, así que decidí no salir de mi dormitorio. Seguramente, habría vuelto mi casera y estarían peleados, como siempre, y se habría encerrado en su habitación con llave, como siempre que discutían. En fin, nada nuevo.
¡Nada nuevo!, ¡Ja!, Eso creía yo. Una hora después de los portazos, se oye insistentemente el telefonillo.
Nunca contesto, porque sé que nunca es para mí. Yo estaba sola en Sevilla. Pero ante tanta insistencia contesto por si es la otra compañera que no tiene llave del portal. ¡Craso error! No es la otra compañera, ¡es er manué! que se había marchado dando dos portazos, a pesar de estar solo en aquel momento. Me explicó por el telefonillo que tenía que subir a recoger una última bolsa que se había dejado en casa y que no tenía llave porque, siguiendo las ordenes de su novia, las había dejado en el buzón antes de marcharse y que, estando ya de camino, se había dado cuenta de que se le había olvidado algo. ¡Ahí lo llevas!
Como a mí esa historia me importaba bastante poco, le abrí la puerta, a ver si así se callaba, y me volví a encerrar en mi habitación antes de que subiera, con un poco de suerte no me volvería a tener que topar con él nunca más... Otro error. El interfecto llama a la puerta de mi habitación, ¡Sal, sal! ¡Tienes que ver una cosa!. Yo pensé para mí: “Algo de lo que se ha caído se ha roto y con lo que le gusta a este un drama me lo tiene que contar”. Pues no, me guía hasta el salón, llorando como una magdalena y me señala al loro tumbadito de costado sobre su jaula. ¡El loro estaba muerto! Aunque sí, a mi también me pareció un poco raro que un ave se tumbe para morir.
Me dice: 
-“¿Es lo que yo creo?”-
 A lo que contesté: 
-“Hombre, la cosa tiene mala pinta”-
Entonces empezó el drama de verdad:
- “¡Aaaaayyyyy!, Dios mío. Cuando ella lo vea, que ha volcado todo su amor en el animalito tras la muerte de su madre, que ella identifica al loro con su madre muerta y le ha dado todo su amor como si fuera a ella. Lo va a pasar muy mal.”
A lo que yo dije: 
-“Deberíamos llamarla”-
-          “Sí, sí, eso llámala tú.”- me contesta.
"¡Qué jeta tiene el tío este!", pensé para mi, pero la llamé igualmente. Teniendo en cuenta que, por fin, le había echado de casa, era posible que no le cogiera el teléfono.
 Ella se puso muy nerviosa cuando le dije que parecía que Currito estaba muerto, y nos pidió que lo lleváramos al veterinario. Yo pensé: “¡Si está muerto!, Pretende que le hagan la autopsia por si ha sido asesinado por un ajuste de cuentas. Si quieres también llamamos a la policía científica” El caso es que no le dije nada, estaba claro que se había asustado y estaba preocupada, pensé que, tal vez, era mejor que lo viera ella misma, y, como se suele decir en Sevilla,  ¿El perro es mío ni ná?. Imaginé que, dadas las circunstancias, er manué lo llevaría a su veterinario habitual. Otro error, vaya día que llevaba. Er manué no tenía coche, así que me pidió que le llevara al veterinario. Metió al loro en una caja de zapatos y allá que nos fuimos con el loro muerto por Sevilla.
Paramos en una veterinaria que había a la vuelta de la calle y que nos dijo que parecía que estaba muerto, pero que si queríamos ir a su veterinario habitual por si podía hacer algo... “¡Pero si está muerto! ¡Tanto cuesta dar el parte de defunción de un loro!. Pero bueno, ella es veterinaria, sabrá más que yo, igual no está muerto y solo está grave” pensé.  
A todo esto, er manué le estaba soltando toda una disertación a la veterinaria sobre hacerle el boca a boca al loro para reanimarle. Él sabía como hacerlo, porque fue conductor de ambulancias durante un tiempo. A lo que la veterinaria contestó, con un aplomo que yo no hubiese sido capaz de tener, que es muy difícil hacerle ese tipo de reanimación a un loro ya que las aves no tienen pulmones, sino bolsas de aire bajo las alas.
Mientras, llegó mi casera, toda alterada la pobre mujer. Incluso rozó el coche al salir del aparcamiento del centro comercial en el que se encontraba tomando café con una amiga.
Cuando entró, vi mi salvación. ¡Por fin podría librarme de todo este asunto!. Estaba claro que iban a llevarlo a su veterinario habitual. Ya estaba allí el coche y yo podría irme a casa. 
¡Error!. Er manué le dijo: “Cariño, tú estás muy nerviosa para conducir, porque no vamos mejor en su coche”,o sea, en el mío. Y por supuesto a ella le pareció una gran idea. Y yo, parda de mí, en vez de mandarlos ha hacer puñetas de una vez y decirles que me negaba a seguir paseando a un loro muerto por todo Sevilla, me dio pena por la chica, que estaba claro que estaba pasando un mal rato y les llevé hasta el otro veterinario.
Fue en ese trayecto en el que vi una de las escenas más dantescas de toda mi vida: Mi casera con la caja con e loro muerto en el asiento de atrás hablando con él. Er manué en el asiento del copiloto contando que podría intentar reanimar al loro haciéndole la respiración artificial con la dificultad añadida de que al ser un ave tenía bolsas de aire bajo las alas en lugar de pulmones (¿dónde he oído yo esto antes?). A lo que mi casera le contesta: “¿Y que haces ahí? ¡Vente para acá y reanímalo!”. Er manué aprovecha uno de los millones de semáforos de la Avenida de Kansas City para bajarse del coche, ponerse en el asiento de atrás y hacerle el boca a boca al loro muerto. Yo lo siento sobre todo por la memoria del loro, que es al que le quitó toda su dignidad después de muerto.
Yo, que veía este espectáculo por el retrovisor del coche, no me lo podía creer. Me he reído muchas veces después acordándome de la escena, pero en aquel momento no. Solo podía pensar: “Quiero despertarme, esto tiene que ser una pesadilla, quiero despertarme”. Pero no era una pesadilla, sino completamente real. Y aún no había terminado.
Llegamos al veterinario de la familia, al que tuvieron que llamar a su casa porque eran casi las 10:00 de la noche, así que nos tocó esperar. 
Cuando llegó, miró con desprecio la caja y abrió la persiana. Para mí que ya entonces sabía que el loro estaba muerto, pero le habían hecho salir de su casa e iban a pagar por ello.
El veterinario estuvo como un cuarto de hora mientras encendía las luces, y se ponía la bata. Después sacó al loro de su caja de zapatos mortuoria y le puso el estetoscopio, le tiró de las alas y dijo: 
-“¡Eeste loro eesta mmmummuerto! (no está mal escrito, es que es tartamudo) Si hasta tititiene rigor mmmortis. Debe llevar al menos 3 o 4 horas mmmummmuerto.“ -
Bueno, por fin alguien se había atrevido a decirlo.
Después de intentar venderles la incineración, les cobró 60€ por decirle: “Señora su loro está muerto”. Yo se lo hubiera dicho dos horas antes gratis o por un módico precio, pero perdí mi oportunidad, y como dicen que la pintan calva, pues la aprovechó el tartaja. 
Así volvimos a casa con la caja, el loro muerto, mi compañera llorando y hablando con el loro y er manué llorando más que mi compañera y diciéndole que cuente con él para todo lo que necesite y yo, que tenia ganas de llorar o de dormir o de mandar a alguien a hacer compañía al loro, pero me las aguanté.
Cuando llegamos a casa, sobre las 11:00 de la noche, yo me fui a mi habitación a meditar sobre la insoportable levedad del ser, del ser loro, me refiero. Y ellos se quedaron velando al loro toda la noche hasta que, a la mañana siguiente, se lo llevaron a enterrar a la casa de la playa de la familia de mi casera.
Unos días después me mudé del piso. Pero como la historia daba para mucho, cuando fui a recoger la fianza, mi casera me preguntó si yo sospechaba que había sido er manué el que había asesinado al loro.
Lo malo es que la investigación sobre el asesinato me la he perdido. Les llamaré un día a ver en que quedo la cosa..

Ilustración estraida de la web amarseaunomismo.com

miércoles, 30 de noviembre de 2011

The beginning of the end..


Entramos en el bar de moda. Tuvimos suerte, estaba nuestra camarera favorita, sabíamos que la música iba a ser genial esa noche, y lo fue. Nos sentamos en la barra y nos pusimos a charlar, más bien poco, de banalidades, de cosas sin importancia. Una vez más la rutina se había apoderado de nuestras vidas.
Ya habíamos pasado por esto antes y siempre se había solucionado igual. Salíamos a cenar o a tomar algo y casi no sabíamos que decirnos pero, de pronto, surgía un tema de conversación que nos interesaba a los dos, hablábamos de ello y, como siempre, acabábamos estando de acuerdo, nos reíamos, nos divertíamos entonces, nos mirábamos y era como si nos hubiéramos mirado por primera vez, nos cogíamos de la mano, y era como volver a sentir las mariposas del estomago del principio, allí estaba la persona a la que amaba. Pero esta vez no.
Hablamos poco, ya no teníamos nada que decirnos. Intenté usar la música que sonaba para sacar un tema de conversación interesante y acabar con ese silencio helado, como todas esas veces en que, de repente, todo cambiaba, pero la conversación era casi la de un ascensor, no hubo ni miradas, ni mariposas, ni nada. Solo el vacío. Le miré. Le miré como si fuera la última vez que le iba a ver, tal vez lo era. Noté un crujido y sentí como todo caía a mi alrededor, no quería resignarme. Insistí en tomar una más, tenía que seguir intentado encontrarle, pero se negó, probablemente ya no había nada que buscar. Fue entonces cuando supe que debía guardar ese momento porque era el principio del fin..




martes, 29 de noviembre de 2011

El rincón de Michael Landon..

No me puedo creer que vayan a cerrar el Rincón de Michael Landon!! Me he enterado hoy por internet y se me ha venido el mundo encima.
Era un lugar genial (y freaky, no lo voy a negar) donde todas las tapas tenían nombre de series de los 80 y se hacían partidas de Trivial con premios. Forma parte de mi juventud y se va…
No creo que me haya afectado que hayan cerrado ningún bar nunca, pero este era especial, recuerdo tantas visitas con los amigos, tantas risas. Creo que si me esfuerzo recordaría incluso la primera vez que entré y vi todas esas fotos de “V”, “El coche fantástico”, “Las chicas de Oro”,… y, sobre todo, el altar levantado a Michael Landon, al fondo del bar. Supe que era mi sitio, justo donde debía estar en ese momento. He llevado a amigos que no lo conocían y se han quedado flipados y encantados tantas veces…
No sé si alguien entenderá lo que quiero decir, es una sensación que no había tenido antes, mi juventud se va y no puedo sujetarla, no podré pararla (tal vez debí haberlo sentido antes, pero es que pienso poco en estas cosas) Se desplaza tan rápido que no la veo…
Solo me queda decir: Adiós, Rincón de Michael Landon! Adiós, mejores años de mi vida! No os volveré a ver..

Foto del Rincón de Michael Landon en Granada. Autor desconocido.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Control..

Anoche estuve viendo “Control”, una película sobre la corta vida de Ian Curtis, cantante y letrista de Joy Division. Y todavía ando un poco desconcertada…
La película se centró en una historia de amor que dudo que lo fuera, ni que fuera lo más destacable. El personaje era vacío, sin motivaciones y sin sentido, nada de lo que hacía tenía razón de ser. Es cierto que se quitó la vida con apenas 23 años, pero era un gran escritor, todo un poeta, intentó meterse en el mundo de la literatura hasta que encontró una banda a la que llevó al éxito gracias a sus letras, bastante deprimentes y depresivas, eso sí, y a su carisma, sin desmerecer en absoluto al resto del grupo, desde luego. La muerte de Ian Curtis fue el fin de Joy Division pero dio a luz a New Order, con esto ya no tengo más que decir sobre el talento del resto de los componentes, porque queda más que probado… Pues todo esto parece secundario en la película.
Todo esto me hace pensar si, realmente, somos capaces durante nuestra vida de transmitir quienes somos, que es lo esencial en nosotros, que se debería de contar una vez que no estuviéramos. ¿Sabe la gente que nos conoce qué nos gusta, qué queremos, por qué luchamos, qué nos hace sentirnos bien y qué mal, qué nos hace daño o por qué lloramos? ¿Hemos sido capaces de transmitírselo? El día que no estemos y alguien hable de nosotros a los que queden, ¿nos presentará como somos o contarán cuatro cosas que hemos hecho (o no) pero no seremos más que un personaje plano como Ian Curtis en Control? ..
Os dejo una canción que escribió después de que una chica sufriera un ataque epiléptico cuando fue a pedir un empleo en la empresa en que él trabajaba. Después de unos días la llamó para ver que tal le iba en su nuevo empleo y le dijeron que la chica habia falecido en unos de sus ataques. Ian Curtis padecía epilepsia ..



PD: No he perdido a mi amarillo!!!! solo estaba de viaje ..


jueves, 17 de noviembre de 2011

Los Amarillos ..

Hace un tiempo leí El Mundo Amarillo de Albert Espinosa. Si no lo habéis leído, os lo recomiendo, es muy curioso y creo que da una lección de cómo tomarse las malas noticias que, a veces, ocurren en la vida.
Este libro viene al caso porque habla de lo que él llama “Los Amarillos”, los llama así porque es su color favorito, en mi caso serían “Los Verdes” pero suena a partido ecologista, así que mantendré el nombre.
Los Amarillos son personas que te cruzas por la vida, aunque sea apenas unos minutos pero te la cambian en cierto modo, la mejoran, la conmueven… Hacen que te alegres de haberte cruzado con ellos aunque solo haya sido momentáneamente. Por supuesto, los grades amigos de tu vida también serian amarillos.
Yo he encontrado muchos amarillos en mi vida, algunos llegaron y se fueron, algunos siguen conmigo, unos desde hace mucho tiempo y otros desde hace apenas unos meses. Pero hoy me encuentro un poco triste porque creo que he perdido a uno de mis mejores amarillos, alguien a quien no pensaba que iba a perder solo por cambiar de trabajo. Fue un gran amarillo mientras estuvo a mi lado, me ayudó un mal momento, me apoyó en mis decisiones, incluida la de montar mi propia empresa, siempre que lo necesité estuvo a mi lado… tal vez yo no he sabido responder igual a lo que él necesitaba y por eso lo he perdido. No lo sé.
He intentado localizarle por todos los medios y me ha sido imposible. En cualquier caso, cuando un amarillo se va, hay que saber dejarlo marchar y quedarse con lo bueno que te dejó durante el tiempo que estuvo contigo. Así que lo único que puedo decirle es: Adiós, mi querido amarillo, espero la vida sea generosa contigo y que todo te vaya genial en el futuro, para lo que necesites seguiré estando aquí..

Portada del libro: "El Mundo Amarillo" de Albert Espinosa.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuando llueve en el desierto..

Cuando salimos de casa ya era de noche aunque aún era temprano. El aire era suave y templado, demasiado para noviembre, tanto que tuve que quitarme la gabardina y el pañuelo que llevaba al cuello y colgarlos del bolso.
Paseamos por el pequeño paseo marítimo del pueblo y subimos la loma, entre las nuevas casas y chalets, hace 10 años la mayoría no existían.
Anduvimos por las calles silenciosas y apenas iluminadas, mirando todas aquellas nuevas edificaciones y el gran cartel de neón que presidia una de las nuevas urbanizaciones gritando en su brillo: “La ola” y que hacía brillar toda la callejuela con un azul fantasmagórico, casi siniestro. No creo que los vecinos de las casas de enfrente estén muy contentos con el dichoso cartelito. Seguimos subiendo solo por la inercia de seguir caminando bajo la noche estrellada, la noche cálida auguraba la calma justo antes de la tormenta y no estaba equivocada. Estando en lo más alto del pueblo vimos un resplandor detrás de la loma que corona el pueblo, así que decidimos volver, justo a tiempo, porque subiendo la cuesta que nos llevaba a casa comenzaron a caer las primeras gotas y el aire se perfumó con el olor de la tierra mojada. Apenas unos minutos después jarreaba sin parar aporreando los cristales de la casa y recordándonos que en el desierto, a veces, llueve y eso es siempre una gran noticia ..
Foto: LLuvia en el Desierto. Autor: Desconocido.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Mujer al Volante..

Me parece increible que, a estas alturas de la historia, las mujeres sigamos padeciendo constantemente las discriminaciones y los comentarios machistas, especialmente cuando conducimos.
En mi caso la he tenido que padecer yendo al taller, como si ya de por si fuera un plato de gusto, tuve que soportar que el recepcionista del concesionario me dijera, antes ni tan siquiera de ver el coche, solo con los datos que yo misma le habia dado, que la averia tenia toda la pinta de ser del embrague y que, era normal, que al ser mujer conducía con tacones y dejaba el pie sobre el pedal de embrague, lo cual habia quemado el embrague en tan poco tiempo.
Ni que decir tiene que le contesté airadamente que de ninguna manera llevo el pie en el pedal de embrague mientras conduzco, de hecho, no conozco a ninguna mujer que conduzca así (en honor a la verdad, solo conozco a una persona que lo hacia y es hombre)
Por supuesto, la averia no tenía nada que ver con ningún pie en el embrague, sino con un defecto en el vehiculo pero siempre me he preguntado, si yo hubiera sido hombre, ¿este tipo me hubiera dicho lo mismo? ¿me hubiera tratado con semejante desdén? Estoy bastante segura de que no y eso es lo que más me indigna de todo.
Conozco a muchas mujeres que conducen y también a muchos hombres y, lo cierto, es que no pienso que ser hombre o mujer sea lo que determina ser un buen o un mal conductor. Conozco buenos y malos conductores de ambos sexos y me parece terrible que las mujeres tengamos que seguir pasando por esto constantemente...
Viñeta extraída de paisdelocos.com

domingo, 6 de noviembre de 2011

Por qué lo llaman Amor cuando quieren decir… otra cosa?..

Pienso, sinceramente, que el amor, o mejor dicho, el enamoramiento, está tremendamente sobrevalorado. Todo el mundo quiere estar enamorado, ya sabéis, lo de las mariposillas en el estómago y no ver más que por la persona amada. O justo lo contrario, y piensa que el amor es una porquería que solo te hace sufrir. ¿Por qué se le da tanta importancia?
Realmente, creo que solo se puede estar enamorado como tal, una vez, la primera vez, cuando todavía eres poco menos que un crio y todo es nuevo y mágico, los sentimientos son extremadamente intensos y solo el efecto que produce la otra persona en ti puede hacerte tremendamente feliz o tremendamente desgraciado, cuando el mayor problema de tu vida es que esa persona te quiera o no. Pero ¿y después? Es imposible enamorarse igual, es más, si fuera posible sería enfermizo. Todas las experiencias de nuestra vida nos enseñan, aprendemos de ellas, nos nutren, ¿cómo podríamos ser los mismos antes que después?
Afortunadamente, cuando una relación se acaba, haya sido más buena o más mala, al menos has aprendido lo que no quieres en tu vida. Es más, aunque una relación no se acabe, tampoco se puede mantener para siempre al nivel del “enamoramiento inicial”, sería agotador física y mentalmente, y  no me refiero al sexo (que tenéis la mente sucia), sino al nivel de stress que soporta una persona enamorada. No voy a dar detalles médicos, pero si alguien lo quiere dejar como comentario para ilustrar esta entrada, le estaré muy agradecida. Lo que quiero decir es que, esas parejas, ya mayores ambos, que vemos de la mano o que se miran y se sonríen cómplices, y nos parece tan bonito, no están “enamorados” pero si se quieren y se comprenden, que es mucho mejor que esa explosión de sensaciones que acaba, normalmente, en desastre.
Para mí, es mucho mejor una relación en la que las personas se respetan y se entienden, porque es más madura y más sana. Lo que no quiere decir que una de esas “explosiones hormonales” de vez en cuando no esté mal tampoco, pero no deberían idealizarse tanto, ni dárseles tanta importancia ni para bien ni para mal ..
"El beso del Hotel de Ville" Autor: Robert Doisneau.


viernes, 4 de noviembre de 2011

Ya están aquí..

Ayer llovía a mares mientras intentaba meter todos mis bartulos en el coche (a quien vamos a engañar, me he dejado más de la mitad de mis cosas) y tambien cuando salía de Linares. Me recordó a una vez en que se marchaba una persona muy querida para mí, se marchaba para no volver, y yo le decía que Andalucía lloraba porque se iba. Igual, aquel día el cielo hacía lo que yo no fui capaz de hacer.
En cierto modo, pensar que Linares lloraba porque me marchaba, me hizo sentir un poco mejor despues de ponerme como una sopa intentando guardarlo todo en el coche con un chaparron como si Noé ya hubera terminado el Arca... Que aguacero!!
Afortunadamente, Cabo de Gata y San José me recibieron con un sol maravilloso ("entreverao" de nubes, eso si) y unos 20º graditos que reconfortaban. Aún iba por la carretera cuando empecé a ver el mar e, inmediatamente, se dibujó una gran sonrisa en mi cara, ni siquera me di cuenta hasta despues de un rato que iba sonriendo.
Cuando llegué a San José, estaba tan emocionada que, llegando a la primera rotonda, casi se me saltan las lágrimas de alegría. Todavía no me puedo creer que lo haya hecho y que esté viviendo aquí. Creo que me va a costar unos cuantos días hacerme a la idea porque, a pesar del tiempo que ha hecho hoy (no ha habido tanta suerte como ayer) estoy como flotando todavía, me siento en el paraiso.
Para que veais uno de los días en que llueve en el desierto, os dejo una foto que he hecho esta mañana desde la terraza. Entre la mudanza de ayer y el día de hoy, todavía no he podido ir a la playa..

Vista de San José en un día nublado desde la casa de MCruz. Foto: MCruz


lunes, 31 de octubre de 2011

Halloween..

Hoy ha sido, por fin, mi último día de trabajo en mi antigua empresa. He podido despedirme de los que eran mis compañeros y colaboradores. Pero lo creais o no, no ha sido ni un momento difícil ni triste, ha sido emocionante. Es el adios definitivo a mi antigua vida y el hola a la nueva. Con esto me refiero a la situación, no a las personas, hay algunas a las que no quiero perder y he hecho y haré todo lo posible para conservarlas en mi vida de aquí en adelante también.
Pero hoy es la noche de Halloween (o de todos los santos, para los que no les gusta las costumbres norteamericanas), una de esas noches mágicas del año. Así que debeis escribir 3 deseos en un papel, cubrirlo con algo de plata y meterlos en una cajita hasta que se cumplan. Estoy segura de que se cumpliran todos. Y mientras pasa y no, os vuelvo a dejar una de mis antiguas poesías acordes para esta noche:

Cuando camines altiva
Hacia el valle de las sombras,
No grites cuando tu corazón llore
Pensando en el castigo
De la soledad eterna.
No llores cuando te recuerde
Las flores que en el camino dejas.
Pues solo la muerte te libera
Del dolor y la angustia
De esta vida infame.

Ilustración de Rado Javor.
Feliz Halloween ..

domingo, 30 de octubre de 2011

El primer día del resto de sus vidas ..


Durante el tiempo en el que empecé a pensar y meditar mucho esta idea de cambiar mi vida, ha habido vidas que han cambiado de verdad y para siempre.
Hay dos miembros o, en este caso, dos “miembras” (gracias, Bibiana Aido, por esta aportación a la ya deteriorada lengua española. Lo malo es que este “palabro” lo da como error el Word) nuevas entre mi grupo de amigos y gente querida. Ellas son Daniela, a la que he podido conocer hace muy poquito, porque iba paseando con sus orgullosos papis (que ya pueden estar orgullosos porque es preciosa) y Anne Claire, a la que solo he podido conocer por foto, y que es guapísima, con unos ojazos claros increíbles.
A ellas les dedico una de mis antiguas poesías. Y espero que, ya que ellas aún no saben leer, les guste a sus padres, a los que les deseo que las cuiden, las quieran y disfruten de ellas porque son un regalo maravilloso:


Con los curiosos ojos de la inocencia
Miras todo a tu alrededor
Con hambre, casi con insolencia,
Si pudiera ser insolente tanto candor.

Con tu dulce sonrisa llenas de vida
Hasta el último rincón de los corazones que te aman
Abriendo en ellos una herida anodina
De amor ilusiones y esperanzas.

Bienvenidas a la vida..

Foto de Anne Geddes.