En la soledad de la noche,
escucho la voz que ya no oiré más.
Mientras su imagen se aleja,
mi esperanza con él se va.
El héroe de multitudes
que todo lo supo dar,
partió de este mundo
para no volver jamás.
En nuestro corazón deja un vacío,
en nuestra alma, un gran dolor,
en nuestros ojos, una lágrima
y en nuestra boca, su canción.
Todos gritamos por dentro,
un nudo nos corta la voz.
En nuestra memoria quedara por siempre
nuestro hermano y salvador.
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