miércoles, 14 de diciembre de 2011

Soledad Cibernética..


Por naturaleza soy una persona a la que le gusta mucho su libertad, su independencia y que va un poco a “su bola”, lo que me convierte en una persona un poco solitaria y nada cumplida. Si no me apetece ver o hablar con alguien, no lo hago, y espero que no lo hagan conmigo… A pesar de esto, mis amig@s me quieren y me soportan, me entienden y me respetan. Ya saben como soy, así que no les extrañan mis cosas, creo que incluso las aprecian, aunque algunos me abroncan de vez en cuando. Es por esto, que no me ha costado mudarme a un pueblo de 400 habitantes (durante el invierno, al menos) y pasar gran parte del tiempo sin hablar con nadie.
Pero hay algo que me resulta extraño hasta a mí. Cada vez la gente está más sola, y no creo que sea exactamente por elección.
España es un país en que la gente en general es amable y sociable, es posible que tenga algo que ver con el clima o las horas de sol, o que en gran parte de ella “vivimos en la calle” De toda la vida los vecinos se han saludado, no los del mismo bloque, sino también los de la misma calle. La gente se conocía en los barrios y cuidaban (y chismorreaban, también, no nos vamos a engañar) los unos de los otros, había contacto humano. Esto ahora no pasa. Ya no conocemos a los vecinos, ni siquiera sabemos como se llaman, como mucho mantenemos una conversación incomoda sobre el tiempo dentro del ascensor si coincidimos con ellos, así que ni hablar del barrio o la calle. Sin embargo, pasamos horas hablando por teléfono con gente a la que casi nunca vemos, conocemos gustos musicales o qué están haciendo personas que están a cientos de kilómetros y con las que, tal vez, hemos coincidido alguna vez en algún lugar del que ya no nos acordamos, pero que es nuestro amigo en alguna red social. No estamos incomunicados, no es que no hablamos con la gente, es que lo hacemos de otra manera, y cuando no queda más remedio que hablar con tus amigos y familia de esta forma, está bien, la tecnología nos ha acercado lo que antes estaba lejos, pero es una pena que no conozcamos a nuestro vecino, ni tengamos el más mínimo interés en ello, ni crucemos más que un forzado “buenos días” con él y, sin embargo, si tengamos tiempo para molestarnos en que ha dicho “fulanito de copas”, que es amigo del amigo de una amiga,  ayer sobre el partido de futbol, que ni siquiera te gusta.
¿Es sana esta forma de relacionarte? ¿Realmente se crean amistades de verdad de esta forma? Creo que perder el contacto entre nosotros va en contra de nuestra propia naturaleza, somos animales gregarios, alejarnos de nuestros propios sentimientos hacia los demás nos dejará vacios..
Imagen de Mundohispano.com

PD. He adjuntado un nuevo blog a la lista; Mis Detalles Artesanales. Son de una amiga que hace todas estas cosas a mano y son geniales. Ya tiene una cliente para estas navidades!!

1 comentario:

Ada.. dijo...

Que me llamen rara, bien asumido lo tengo... pero le llevo galletas a mi vecina divorciada del quinto, intento intercambio recetas con mi frutera, converso con las personas que trabajan en los comercios de mi barrio... Sé que a veces incomodo a las personas, pero les robo instantes, vaya ser que merezca la pena y me lo esté perdiendo...