Sabiendo de antemano que anoche era la noche de San Juan, que hacía un calor sofocante y que, por tanto, todas las playas más conocidas iban a estar hasta la bandera, decidimos buscar una playa mucho más escondida, la playa de los toros.
Llamada así por las enormes piedras negras, de origen volcánico, que yacen sobre la orilla, desde lejos se podría pensar que unos enormes toros negros duermen tranquilos en la playa.
Paramos y no había un solo coche en la zona, síntoma de que habíamos acertado, estaríamos solos en la playa, tomamos el angosto sendero que nos llevaba hacia la playa. Allí descubrimos la belleza de este rincón escondido en el corazón del Cabo de Gata. Pero también descubrimos por qué no había nadie, toda la playa es de roca. Igualmente merece la pena pararse a ver las maravillas de la naturaleza volcánica de esta playa, incluso sus algas son distintas a las de otra zona, algo intermedio entre una flor y una concha marina.
También el mirador de las amatistas, que entrega una hermosa vista sobre el mar, llamado así por ser una zona donde había amatistas, y también ágatas, a las que le debe su nombre nuestro querido cabo. Paramos aquí en busca de otra playa tranquila en la que poder bañarnos... y lo conseguimos..
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Playa de Los Toros. Foto: MCruz |
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Veta de Cuarzo Amatista. Foto: MCruz
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Veta de Amatista. Foto: MCruz
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Playa de Los Toros. Foto: MCruz
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Vista de Las Negras desde la playa de Los Toros. Foto: MCruz
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Algas. Foto: MCruz
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Algas. Foto: MCruz
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Playa de Los Toros. Foto: MCruz
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Vista desde el Mirador de las Amatistas del Pico del Fraile. Foto: MCruz
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Vista desde el Mirador de las Amatistas de Las Negras. Foto: MCruz
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