martes, 8 de mayo de 2012

Estafadores y estafados..


No se si es en el país en el que vivimos o en el mundo en el que vivimos en el que ser estafado no es una vergüenza ni una humillación para el estafador, sino para el estafado. No es solo que le hayan engañado con trucos y falsedades, sino que, además de sentirse estafado, se siente estúpido ¿cómo no pudo verlo venir? ¿Cómo pudo creer en esa persona, aunque hasta el momento no hubiera dado señales de ser una estafadora? Y, por supuesto, los demás. Nadie se apiada de un estafado, todo el mundo sabe lo que tenía que haber hecho, así que se ríen del estafado lo que lo hace sentirse aún más avergonzado y más humillado.
Sin embargo, lo que debería ser normal, que el mundo entero se pusiera en contra y humillara y avergonzara al estafador, eso no ocurre. Todo el mundo lo entiende y hasta lo justifica. “¡Todo el mundo lo hace!” Y te dicen con total tranquilidad, como si fuera lo más normal del mundo: “Si yo hubiera estado en esa misma situación, hubiera hecho lo mismo”
Cuando escucho estas cosas no puedo hacer otra cosa que indignarme, enfadarme, molestarme,… ¿En serio estamos alimentando esta falta de moral y de respeto a los demás y a nosotros mismos? ¿Realmente esto es lo que nos enseñan nuestras familias y nuestra educación? ¿Que ser estafador es bueno, engañar y aprovecharte de la gente es bueno y que cumplas tu palabra, que tu honor (por ponerle un nombre) valga más que el dinero es estúpido, irrisorio y ridículo, digno de ser humillado y avergonzado? Si esto es así, para mi está claro que este mundo ha perdido el norte y nos merecemos todo lo que nos ocurre y lo que vendrá después..
Autor: Quino


3 comentarios:

Enrique J. dijo...

No me canso de repetirlo. Vivimos en un país donde la picaresca se considera un valor. Uno puede conseguir las cosas por dos caminos: honestamente, o engañando a otro; lo mismo ni siquiera tiene más ventajas la segunda que la primera...pero si lo haces estafando, engañando o manipulando..., como que te deja mejor gusto, que te eleva la autoestima. Es absurdo pero es real. Nuestra tarea es conseguir que nuestros hijos no imiten esas actitudes, pero para eso tendríamos que hacer desaparecer todos los modelos, o al menos meterlos en la cárcel; y eso es muuuuuuuy difícil. No me cabe en la cabeza que se indulte a nadie que haya sido condenado por delitos económicos... y mira las noticias. En definitiva, que mayor o menor, creo que casi todos llevamos un "Lazarillo de Tormes" dentro de nosotros, sólo que a unos, nos da más verguenza que a otros enseñarlo. Sólo rezo para que el mío no salga.

Enrique J. dijo...

Lo he leido,y me ha encantado y había publicado un comentario larguiiiiiisimo, pero lo del código me mata. O yo no veo bien, o se cachondea de mí. el caso es que se ha borrado y ahora no me acuerdo de lo que he puesto. Resumiendo: Que vivimos en un país de Lazarillos.Besos.

MCruz dijo...

Gracias por tu comentario, Enrique. Tan acertado como siempre.
En mi caso, lo que espero es que no me la vuelvan a dar con queso. Espero espabilar un poco y no ser tan confiada ni tan honesta. A veces la palabra dada se debería retirar por si el individ@ al que se la has dado no la merece.