No, no soy minera. Y, he de reconocer, que lo de estar
dentro de una mina, aunque sea tan pequeña como esta en la que he estado, me produce cierta
angustia. No se si, incluso, un poco de claustrofobia.
Se trata de la Mina San Francisco, a espaldas de María Josefa. He de decir que es una mina de azufre, así que os
podéis imaginar el horrible olor a huevos podridos que había ahí dentro. Iba
con un casco y una mascarilla, aún así me picaba las partes del cuerpo que no tenía cubierta, solo con los vapores de azufre que hay dentro.
Lo bueno de esta experiencia, dos cosas: la primera,
demostrarme a mi misma que era capaz de hacerlo, de entrar a una mina y no
tener miedo de estar allí prácticamente a oscuras, con apenas la luz de una
linterna, ni de que se me cayera algo en la cabeza, esta parte mejoró bastante
con el uso del casco; la segunda, encontramos las paredes llenas de calcantita,
un precioso mineral de un color azul brillante, lo malo es que con tan poca luz, las fotos quedan deslucidas.
Desgraciadamente, en mi última visita a esta mina, alguien
se había molestado en echar abajo todo el mineral para llevárselo, imagino que
para venderlo. En fin, una pena. A veces nos comportamos como auténticos
salvajes, ¿tanto costaba dejar allí el mineral para que alguien más pudiera
disfrutar de la visión?
Como ya no lo podréis ver “in situ” os dejo una foto, más
bien mala, por que la hice con el móvil dentro de la mina, con la luz del flash
y una linterna. Igualmente, es el único modo de verlo tal y como estaba..
Calcantita en Mina San Francisco. Foto: MCruz |
Entrada a la mina San Francisco. Foto: MCruz |
Foto: Jaialai |
No hay comentarios:
Publicar un comentario