Recordaba con mucho cariño aquella cámara con la que mi padre nos tomaba fotos de pequeñas a mi hermana y a mi jugando en la Plaza de Colón o posando ante las fuentes, las fotos de cuando fuimos a Madrid a la boda de nuestra tía o de cuando fuimos por primera vez al zoo y el elefante no terminaba de darse la vuelta.
Con las cámaras actuales hemos perdido un poco la belleza de la instantánea, del cómo saldrán las fotos cuando se revelen o si te han pillado con los ojos cerrados, ahora las ves en el mismo momento, le das a un botón, la borras, y otra nueva, que no pasa nada.
Como me gusta hacer fotos pedí a mi padre su cámara, y la verdad es que está perfecta. Ayer mismo la llevé a una antigua tienda de fotografía de Almería para que le pusieran el carrete y una pila, que desgraciadamente no encontré, y el dueño de la tienda estaba emocionado con ella. La miró y la remiró, la disparó y me decía "¡Cuanto tiempo sin oír este sonido!" él mismo la guardó en su funda y hasta me localizó un lugar en el que encontrar una pila. Se despidió, después de un cuarto de hora, pidiéndome que disfrutara mucho de la cámara, que era una maravilla.
Ahora tengo carrete, pero no me atrevo a echar ninguna foto sin pila, no se si voy a saber calcular a ojo la luz adecuada para cada momento, tendré que esperar algunos días más para poder usarla, pero estoy muy emocionada, ya os iré enseñando como sale el experimento. De momento os dejo las imágenes de esta monada..
Foto: MCruz |
Foto: MCruz |
Foto: MCruz |
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2 comentarios:
Un día te contaré el ritual que teniamos mi famila para hacer las fotos de vacaciones....
Diego
Quedas emplazado, no creas que se me va a olvidar. Las fotos de familia con las cámaras analógicas era toda una película. Y, sobre todo, cuando se recogían después del revelado...
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