Soy una gran aficionada a las novelas de misterio,
especialmente a las de Agatha Christie y Arthur Conan Doyle. De este último no
he tenido la suerte de leer tantas como me hubieran gustado, pero si que he
devorado con avidez todas las que han caído en mis manos, sobre todo, por
supuesto, las de Sherlock Holmes.
Si bien, la mayoría de los personajes detectivescos de
Agatha Christie me resultaban bastante antipáticos aunque geniales, Sherlock Holmes
siempre ha tenido un lugar en mi corazón. A pesar de su molesta superioridad,
siempre he considerado que se sentía superior porque era superior. Si bien se
le achacaba ser frío, caprichoso, misógino, autoritario, terriblemente
vanidoso, histriónico, a veces cruel en sus burlas a Watson, eso hacía
de él un personaje más humano que si tan solo hubiera sido un genio sin más.
Otro motivo por el que este personaje me fascina, es por que nunca usa la
violencia, o, al menos, la minimiza al máximo porque no la necesita. Para mí es
una máxima: La inteligencia evita la violencia. No la rehuye por cobardía sino
que sabe como no tener que llegar a ella por que no soluciona nada.
Es por ello que las nuevas versiones de este personaje que
me encuentro en el cine o en la televisión, no me ofrecen la imagen que tengo
de él. Es un individuo violento que nada tiene que ver con Sherlock Holmes,
pero han aprovechado el tirón del nombre pero han creado un personaje distinto
que en nada se parece al de las novelas.
Arthur Conan Doyle mató a Sherlock Holmes porque le odiaba y
no quería seguir escribiendo sobre él, de ahí viene, en parte, el perfil antes
descrito. Ahora el cine lo ha vuelto a matar, esta vez por amor o ¿más bien por
dinero?..
Os dejo una imagen de una serie británica muy buena de los años 80 llamada "Sherlock Holmes", seguro que muchos de vosotros habéis tenido la suerte de verla
Imagen de la serie de televisión Sherlock Holmes. Extraida de Antiscribe.com |
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