Solo tengo una debilidad,
solo una,
tus ojos mirándome con brillos de estrella,
entornados mientras sonríes maliciosamente,
y que hace que en mi pecho vuelen
miles de luciérnagas que aceleran mi pulso,
laten en mis sienes,
queriendo escapar y volar a tu alrededor
libres y presas de tu mirada.
Solo tengo una debilidad,
solo una,
tus labios mordidos por la duda,
tus dientes sujetando una palabra
que lucha por salir pero puede.
Observas el vacío buscando la respuesta
y un dedo en tu pelo se enreda
justo antes de encontrarla.
Y me pregunto si, alguna vez,
tendré respuesta para todas tus preguntas
y preguntas para todas tus repuestas...
Solo tengo una debilidad,
solo una,
la cicatriz en tu cadera,
memoria de otras guerras.
Recuerdo imborrable de
la batalla que te convirtió
en música para siempre.
La que suena en mi cabeza
cuando escucho tu voz,
la que vuela en mi estómago cuando no.
La que flota en el aire
cuando apareces.
La que quisiera tocar
y no me atrevo..
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