Hoy hace 122 años que murió mi pintor favorito, Vincent van Gogh. Tal vez para ser un gran artista hay que estar un poco loco, tal vez, simplemente, fue otro genio incomprendido en su tiempo. Murió con apenas 37 años, pobre sí, pero no en la miseria ni solo, ya que su hermano menor le mantenía y se preocupaba de él, siendo su él mismo quien cuidó de Vincent los dos días que sobrevivió al disparo que él mismo se propinó en el pecho.
Muy al margen de toda su historia, de sus éxitos, que también los tuvo, aunque no tuvieran nada que ver con su pintura, pero si con el arte, o sus fracasos, de los que habréis oído hablar un millón de veces o que podéis leer en la multitud de biografías que circulan, lo más importante de todo es su arte, que ha perdurado a lo largo de los años y que nos habla de su hermosa visión de la vida, de la explosión de los colores, de la belleza de las cosas más sencillas de la vida. Lo mejor que se puede hacer es dejar que sean sus cuadros los que hablen por él..
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Título: La Noche Estrellada |
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Título: Café en Arlés |
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Título: Los Lirios |
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Título: Olivos con Cielo Amarillo y Sol |
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Título: Campos de Trigo bajo Cielos Amenazantes |
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Título: Campos |
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Título: Campos de Trigo |
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Título: Melocotonero en Flor |
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Título: Almendro en Flor |
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Título: Los Girasoles |
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Título: La Siesta |
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Título: Noche Estrellada sobre el Ródano |
1 comentario:
Grandioso
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