Ahora tan solo necesito poner sobre blanco
todos los versos que aún no han nacido.
Inocentes, pequeños, amargos o dulces,
que pasean, incoherentes,
entre mi consciente y mi subconsciente.
Desordenados,
inconexos,
sorprendentes,
precarios...
Incapaces de saber si llegarán a nacer
o se perderán en el olvido.
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