martes, 13 de marzo de 2018

Para ti..

Como si nunca jamás
me hubieran roto el corazón.
Como si nunca jamás
lo hubiera roto yo.
Como si no me hubieran
arrebatado el alma 
y se la hubieran bebido
a grandes sorbos 
ni me hubiera quedado vacía 
por entregarlo todo.
Como si no hubiera devorado
un tiempo hasta el último segundo
mientras quedaba algo que vivir.
Así me presento ante ti,
desnuda y descalza.
Sin escudo, sin coraza.
Tan solo mi carne blanca,
mi alma en las manos 
y mi corazón de par en par, 
como una ventana abierta
a un mar desconocido.
Inocente como un recién nacido
que viene a la vida solo para ti.

jueves, 1 de marzo de 2018

Sin Aliento..

Y aquí sigo esperando
a que vengas y lo inundes todo,
te lo lleves todo 
y conviertas todo en agua.
Dejar que me acaricien tus gotas,
flotar en tus aguas,
deslizarme y sumergirme en ellas,
oscuras y profundas,
hundirme hasta quedar sin aliento
y buscar el primer rayo de sol,
el primer hálito,
como un recién nacido
en un mundo nuevo.
Y descansar en la orilla
hasta que el sol me seque. 


jueves, 22 de febrero de 2018

Toma aire..

Tomar aire un segundo antes
de cruzar la puerta y
ser consciente de la
calma justo antes de la tormenta.

Caminar implacable hacia
el centro del huracán,
donde todo se agita 
alrededor pero permanece
impasible al fin del mundo.

Permanecer en el ojo del vendaval,
inmutable, indolente y esperar.
Esperar con los ojos cerrados,
esperar con los brazos en cruz,
esperar con el alma en los labios,
esperar bajo el único rayo de sol
a que todo acabe.

lunes, 29 de enero de 2018

Sobre Blanco..

Ahora tan solo necesito poner sobre blanco
todos los versos que aún no han nacido.
Inocentes, pequeños, amargos o dulces,
que pasean, incoherentes,
entre mi consciente y mi subconsciente.
Desordenados,
inconexos,
sorprendentes,
precarios...
Incapaces de saber si llegarán a nacer
o se perderán en el olvido.

lunes, 10 de abril de 2017

Pensarte..

Pensarte.
Mirar como apareces,
desapareces,
te difuminas como un sueño.
Componerte,
poco a poco,
Como un puzzle:
Un ojo, el otro,
la nariz,
la boca... tu boca...
Amarte,
como una idea,
un concepto,
tan bello,
tan cerca,
tan lejos...
Vuelves a desvanecerte.
Fundido en negro.
Pronuncio tu nombre en un susurro,
como un suspiro,
casi en silencio:
"¡Vuelve!"

martes, 29 de marzo de 2016

A Todas las Mujeres de Mi Vida



Os presento mi alma desgarrada en una bandeja de alpaca,
tan destrozada y vencida que estoy segura de que ya no sirve para nada.
Os suplico quemarla, podríais guardaros los trozos o tirarla,
pero con vuestras hábiles manos os empeñáis en salvarla,
os dedicáis con esmero a remendarla, tan ágilmente
que casi no puedo seguir vuestras manos al tratarla.

Cosedoras de almas, mecanicas de corazones rotos, 
reparadoras de sentimientos, 
asesoras, consejeras, psicólogas, terapeutas, 
oidos infinitos de paciencias infinitas, 
a todas vosotras: ¡Os quiero!

No sé si os merezco pero doy gracias a la vida cada día
por haberos puesto a todas y cada una de vosotras en mi camino,
algunas desde el principio y para siempre, y a otras, solo un momento.
Aunque no lo exprese, aunque no lo diga, aunque no lo demuestre 
y aunque casi no os vea...
A todas vosotras, amigas, hermanas, madres, abuelas, 
a todas las mujeres de mi vida: ¡Gracias por existir!

sábado, 22 de agosto de 2015

Poema Prestado de Juan Jiménez Caballero



Nos pesan las alas cuando están extendidas. 
Duelen las lágrimas de llorar cocodrilos.
Se nos rompe por momentos, este cuerpo de barro.
¡ Qué cosa más extraña es esto de la vida.!
Un músculo que late incierto. Cansado de sentir palos de ciego.
Y siempre contra un muro nuestros deseos.
No hay quien se acostumbre a la rutina de esta herida
Milagro de piel, sangre y sueños.
Un mono desnudo con determinación de existir en la duda.
Nos persigue la esperanza de andar erguidos.
Dos ojos rasgados de vida .
Dos ojos abiertos a un espacio tan inmenso que nos lastima.
El aullido en un orgasmo que llegó hasta la luna.
Un escarbar en el barro con las manos,
para desenterrar nuestros deseos y nuestros huesos.
Resistir en tierra de amor. En tierra de nadie.
Somos agua. Una promesa de tierra en el gran océano.
Seres mágicos que sonríen, lloran y cantan.
Una respiración de fuego que nos incendia el pecho.
Metáfora. Una descarga eléctrica abriendo la flor 
de cada pensamiento en nuestra cabeza.
Un embrión de hombre pájaro en el vientre eterno.
Preguntas lanzadas a la cara del aire.
Un estómago que digiere como puede la existencia.
Somos niños que no se acostumbran a dormir sin un beso.


Juan Jimenez Caballero